Love and Blood [Cap 6]

 

 

Capítulo 6

 

Han pasado unos días desde la asamblea. Las cosas entre los vampiros y hombres lobos no han cambiado mucho. Aún siguen las constantes peleas entre ambos bandos, pero ahora, antes de pelear,  se logran dar un saludo un poco amigable.

Los Lords y el Alfa han decidido hacer que los suyos convivan un poco más, no podían combatir a la perfección si seguían con peleas estúpidas. Ambos bandos han decidido unir fuerzas por un bien común, aunque sea tan solo por esta vez.

Por otro lado, vampiros y hombres lobos no sabían cómo derrotar a un demonio. Nunca se han enfrentado a uno, por lo normal los demonios del inframundo se quedaba ahí, en el inframundo. Pero ahora que Abbadon andaba asechándolos no sabían que hacer ni cómo actuar. Hasta ahora lo único que tenían claro es que solos nunca podrían llegar a nada.

Para no perder el tiempo, han decidido enseñarse entre sí técnicas de combate. Los lobos eran muy fuertes y por otro lado los vampiros eran muy veloces a la hora de combatir.

Y en eso han estado ocupando su tiempo hasta que alguien descubra alguna forma de derrotar al demonio.

 

*~*~*~*~*

 

Era media noche y la luz de la luna y de las estrellas se filtraba entre las ramas de los grandes árboles del bosque.

Un grupo de 20 personas se encontraban teniendo una especie de batalla. Se encontraban 10 lobos liderados por Changmin y 10 vampiros liderados por Yoochun, cada uno era experto en el combate y les enseñaban las tácticas a los otros jóvenes que estaban con ellos.

 

- ¿Han encontrado algo para ganar la batalla? –Yoochun se apoyó contra la corteza del gran roble. Al lado de Changmin.

- Estamos iguales que ustedes. No sabemos nada – Changmin miraba concentrado  a los jóvenes que aún seguían ejercitándose – ¿Qué te parece esta idea de la unión?

- Es una completa locura – sinceró Yoochun – Pero es la única forma de sobrevivir.

- Concuerdo contigo

- Junsu es el que está más abierto a esta unión.

- ¿Junsu? ¿El chico que estaba a tu lado en el auditorio?

- Ese mismo. Él es mi novio – Yoochun miró con una sonrisa estúpida de enamorado a Changmin. Esa es la cara que siempre pone cuando habla de su novio.

- Lo pude deducir por las miradas que se enviaban.

 

Quedaron un momento en silencio.

 

-Ustedes son muy rápidos para atacar – el primero en romper el silencio fue Changmin – Pero les falta la fuerza.

- Por algo estamos con ustedes. Nosotros les enseñamos a ser veloces y ustedes nos enseñan a ser fuertes.

-Vamos, aún tenemos que entrenar.

*~*~*~*~*

 

Las semanas seguían pasando y cada vez había más ataques, cada uno más sangriento que el anterior.  Los ciudadanos de Witchapel cada vez estaban más aterrados y la noticia del asesino “Jack el Destripador” había llegado a cada rincón de Inglaterra. Muchos detectives con el afán de ganar fama y ser reconocidos, habían llegado al pueblo con la idea de atrapar al asesino.

La llegada de más gente al pueblo ha sido un dolor de cabeza para los sobrenaturales.

Ahora era más difícil salir a entrenar en la noche sin ser pillado por los ciudadanos que hacían guardia nocturna por el bosque.

 

*~*~*~*~*

 

 Bajo el manto de la oscuridad, entre medio de un oscuro y frio callejón, un grupo de no más de 4 personas rodeaban a un sujeto de ropa extravagante, un traje rojo, una camisa blanca y una corbata de moño color azul oscuro.

 

- Es difícil encontrar a alguien como tú por estos lugares – Habló uno de los cuatro sujetos.

- No entiendo para que seres como ustedes me necesitan – El sujeto que estaba siendo acorralado intento sonar enojado para que así su voz temblorosa no se hiciera notar, pero fallo.

- Eso te lo dirá el que nos mandó a buscarte. Ahora síguenos por las buenas o por las malas.

 

Sin poder protestar, ya que si lo hacia los 4 sujetos no dudarían en atacar, decidió seguirlos por las buenas.

*~*~*~*~*

 

La mansión era muy espaciosa, había cuadros con marcos de oro sólido y algunos adornos tenían incrustaciones de piedras preciosas.

La mansión era muy hermosa, eso no se podía negar, pero tenía un ambiente tétrico y frio.

Los sujetos arrastraron a su “presa” por la gran mansión hasta llegar a una oficina, que al igual que el resto de la mansión era hermosa pero fría.

 

- mi Lord hemos traído al brujo tal como ordeno.

- Muy bien, háganlo pasar y luego lárguense.

 

Tomaron al brujo del brazo y lo lanzaron sobre uno de los sillones de cuero de la oficina, para luego desaparecer por la puerta.

 

- Así que tú fuiste el que mando a llamarme – El brujo hablo con voz altanera – ¿Por qué un Lord como usted ha mandado a atraer a este humilde brujo?

- ¡Silencio! –Reclamo Jared – ¿Cuál es tu nombre brujo?

-Me llamo Roman – hizo una reverencia – el gran mago Roman.

- No me interesa si eres el gran mago, lo que quiero de ti es información

- ¿Qué quiere saber de este humilde mago?

- Como acabar con un demonio. Como acabar con Abbadon.

 

*~*~*~*~*

 

En la cabaña de los lobos… detengámonos un momento… nunca nos hemos detenido a ver la cabaña completamente. ¿Cómo una cabaña pequeña podía albergar a una manada completa? Por fuera la cabaña no superaba los 10 metros cuadrados. Era de un solo ambiente. Es una cabaña muy simple a simple vista, pero al fondo de la habitación había una escalera que se dirigía a un subterráneo, donde estaba el verdadero refugio de los licántropos.

El subterráneo era como una ciudad bajo tierra, las dimensiones eran muy parecidas a las de la mansión Kim.

El ambiente dentro del subterráneo era un poco tétrico, las velas iluminaban los pasillos creando sombras un poco tenebrosas, por tal motivo los lobos para minimizar al ambiente tétrico lo bautizaron como “La madriguera”. Cabe destacar que Changmin se reusó rotundamente a que le pusieran así, pero a Yunho le causo mucha gracia y les permitió a los lobos bautizarla con ese nombre.

La madriguera contaba con una inmensa biblioteca, incluso más grande que la que había en Londres, contenía una gran variedad de libros del bajo mundo: desde libros de ninfas hasta libros de las criaturas de Dios.

Entre todos estos libros se encontraba Changmin que como ratón de biblioteca leía con gran rapidez todos los libros con respecto a los demonios del inframundo. Cada libro que tomaba entre sus manos, era dejado a su lado con los demás.

Ningún libro que leyera contenía la información que necesitaba.

Frustrado  por pasar horas y horas y no haber encontrado nada, restregó sus ojos rojos por el cansancio, relajó la parte superior de su cuerpo y salió de la biblioteca.

Tenía que descansar, aun le quedaban muchos libros y pergaminos por estudiar.

 

*~*~*~*~*

 En una de la tantas habitaciones de la mansión Kim, se encontraban Yunho y Jaejoong completamente sudados, ropas mal ordenadas y con la respiración agitada. Habían pasado toda la tarde y gran parte de la noche practicando técnicas de combate cuerpo o cuerpo.  El vampiro le estaba enseñando técnicas para mantenerse de pie. Se mantuvieron haciendo ejercicios de fuerza de brazos hasta que los músculos de sus bíceps no pudieron más y las manos de ambos comenzaron a sangrar.

 

-¿La sangre de mis manos te tientan vampirito? – Yunho molestó a Jaejoong

-¡Cállate! – Es verdad, la sangre de Yunho lo estaba tentando desde la primera gota que salió.

- Recuerda lo que te dije. Nunca más la probaras – Se sentó en el piso apoyando su espalda en la pared cerrando los ojos. Se dedicó a relajarse un momento, regular su respiración y recuperar la energía perdida.

 

Todo estaba tranquilo hasta que sintió que alguien se sentaba sobre sus piernas.

 

- Tanto tú como yo sabemos que te volveré a morder – Jaejoong paso sus brazos por el cuello del moreno. Pegando su cuerpo lo más posible al lobo.

-¡Quítate! – gruño, posando sus manos en la cintura del vampiro y alejándolo de su cuerpo. Pero antes de que se alejara lo suficiente, Jaejoong pego sus labios a los de Yunho.

 

El beso fue subiendo de tono, era una batalla de lenguas, un hilo de saliva corría por ambas barbillas. Jaejoong comenzó a mover su trasero sobre la despierta erección de Yunho y este se presionaba más al trasero de Jaejoong.

 

- Me dices que me quite de ti, pero eres tú el que me tiene prisionero – Jaejoong beso los labios de Yunho.

 

El hombre lobo miró la posición en que estaban. Él tenía sus manos alrededor de la cintura de pelinegro, atrayéndolo más a su cuerpo. Su entrepierna se presionaba contra el trasero de Jaejoong. Su cuello era rodeado por los delgados brazos del vampiro, sus manos acariciaban su cabello.

 

- No sé qué mierda me hiciste –Se puso de pie, dejando a Jaejoong en el suelo. Puso su rostro a la altura del pelinegro y tomo bruscamente su barbilla – No me tienes pequeña sanguijuela – Presionó sus labios con brusquedad, provocando una pequeña herida en los rojos labios del vampiro.

- Quiero tentarte – Lamio la pequeña gota de sangre que brotaba de su labio – Quiero morderte, quiero volver a probarte y sé que tú también quieres que te muerda.

- Creeme que quiero mucho más que eso.

- Tu sangre me excita. Con tan solo una mordida me volví adicta a ella.

 

Jaejoong se puso de pie, rodeo el cuello de Yunho con sus brazos y lo beso. Yunho no desaprovecho el momento y rodeo la cintura del más bajo.

Solo se besaron, nada más que eso. Porque, aunque Jaejoong haya admitido su adicción por la sangre del moreno y este aun no admita que le gustaba cuando el vampiro se alimentaba del él. Ambos se habían vuelto adictos a los labios del otro.

Se separaron, pero dejaron sus frentes juntas, se mantuvieron mirando los ojos del otro. Cada uno reflejaba el deseo que sentía por él otro. Yunho apoyo su cabeza en el hombro de Jaejoong dejando su cuello a la vista.

La señal era clara, quería que lo mordiera.

El vampiro no necesito palabras, sus colmillos ya estaban creciendo. Lamió la sensible piel del lobo, rozo su piel con la punta de sus colmillos.

Justo cuando estaba por tener su preciado líquido carmesí, sintieron unos pasos acercándose a toda velocidad y la puerta abrirse con tal brusquedad que se salió de sus cimientos.

Yunho y Jaejoong no dudaron en separarse y en menos de un pestañeo ya se encontraban a unos cinco metros de distancia cada uno.

 

- ¡Lord Kim! -Grito un joven vampiro perteneciente al clan de Jaejoong – Lord Jared ha solicitado una reunión de emergencia.

 

Jae miraba atentamente a su sirviente, en cambio Yunho por su parte se encontraba mirando en dirección contraria. No porque estuviera avergonzado, sino porque si miraba al maldito que los interrumpió no dudaría en partirle la cara.

 

*~*~*~*~*

 

El gran salón era otra vez el centro de reunión.

En una mesa redonda de gran tamaño se encontraban sentados todos los Lords incluyendo a Jaejoong y a un colado Yoochun. También se encontraban Yunho y Changmin y Dork, el líder de la manada vecina, y su mano derecha Luk, un lobo de linaje vikinga.

La mirada de todos los presentes se concentraban en una criatura que no era vampiro ni lobo. Todos miraban atentamente al mago.

 

- Bueno, déjenme explicarles mis queridos compañeros, por qué los he citados – Todos miraban extraño a Jared – Tenemos el conocimiento que los demonios del inframundo son casi indestructibles, especialmente para nosotros, que aunque en la tierra somos los hijos de la oscuridad con más poder es casi imposible derrotarlos – Todos los presentes se miraron dudosos entre ellos – Los únicos que tienen el poder de derrotar a un demonio es otro demonio o un hijo del cielo, pero tenemos claro que para nosotros esas dos opciones son completamente imposibles…

- ¿A dónde quieres llegar con todo esto ¿– lo interrumpió Dork.

- A donde quiero llegar, es, que he encontrado la forma de derrotar a Abbadon – Los presentes quedaron en silencio – Y todo gracias a mi reciente amigo – Miro al mago

- Mi nombre en Roman – se presentó – Y tal como dijo Jared hay una forma de derrotar al demonio y es con esto – De un bolsillo de su abrigo saco una piedra del porte de la palma de una mano de color rojo.

- ¿Qué es eso? – Pregunto uno de los Lords

- Esto mis queridos amigos es un cristal de sangre de un ángel.

- ¿Estás diciendo que eso es sangre de un ángel? – Pregunto Yoochun

- ¡Correcto!

- ¿Y cómo usaremos  eso para derrotar al demonio? – Changmin por alguna razón no confiaba en el mago. En primer lugar porque era alguien conseguido por Jared.

- Como es sangre de los de arriba solo bastara con esto, pero no se confíen, como solo es un cristal de sangre no destruirá al demonio, pero si lo debilitara.

- Y ahí es donde tenemos que actuar juntos – Las palabras de Jared sorprendieron a todos, ya que él siempre fue el principal opositor de la unión vampiro-hombre lobo.

 

La conversación prosiguió con las indicaciones del mago de cómo usar el cristal de sangre y como iba a ser el ataque. A todo el mundo le sorprendió lo participativo que se mostraba Jared y lo amigable que era con los hombres lobos presentes.

La reunión por fin había terminado, todo estaba casi listo, solo faltaba el ataque, pero eso lo verían más adelante. Se habían sacado un peso de encima, por fin sabían cómo acabar con Abbadon. Todos volvieron a sus casas más tranquilos. Excepto Changmin, quien aún no confiaba en las palabras del mago y menos en el comportamiento de Jared. Para todos, la actitud de Jared era un cambio para bien, pero el mal presentimiento que él tenía nadie se lo sacaba.

El gran salón estaba vacío, a excepción del mago, Jared y sus sirvientes. Jared agradeció a Roman por sus servicios y su buena disposición.

Ambos se despidieron y el mago salió del salón.

- ¿Alguna nueva orden mi Lord? – Preguntó uno de los sirvientes de Jared.

- Solo sigan el plan. No dejen rastro – Jared observaba como Roman se iba alegando.

- Como ordene – Dicho esto, sus sirvientes desaparecieron en un parpadeo. Jared tan solo se dedicó a sonreír.

 

*~*~*~*~*

 

Los lobos llegaron a La madriguera y fueron directo a sus habitaciones. El líder les había otorgado la información hablada en dichosa reunión y había ordenado que todos siguieran con las actividades habituales hasta nuevo aviso. Pero ya por ser alta altura de la noche, les otorgo un descanso.

Todos estaban en sus habitaciones a excepción de Changmin, quien apenas llego se encerró en la biblioteca. Algo lo mantenía preocupado, algo dicho en esa reunión no concordaba con la información que el tenia y no iba a descansar hasta encontrar el porqué de su mal presentimiento.

*~*~*~*~*

 

Un pequeño grupo de 10 criaturas de la noche: 5 vampiros y 5 lobos; se encontraban en pleno bosque cerca de La Caverna. Los hombres lobos les estaban enseñando a los vampiros como moverse en territorio hostil.

Entre salto y salto por los árboles, el entrenamiento término, los vampiros estaban más que agotados lo único que querían era llegar a sus aposentos y beber un poco de sangre.

Jaejoong no era la excepción y con su pequeño grupo se dispuso irse, pero la fuerte voz de Yunho lo detuvo.

 

-Tú te quedas Jaejoong – gruño.

 

Kim miro a sus vampiros y con la mirada les indicó que se fuera. Lo mismo hizo Yunho con los miembros de su manada.

Cuando por fin estuvieron completamente solos Jaejoong hablo.

 

- ¿Para qué me pediste que me quedara? – Jaejoong se acercó lentamente al moreno.

- Porque me dio la gana – Contesto indiferente.

- ¿Te dio la gana? O, ¿tienes ganas de darme? – Jaejoong acerco su rostro al del moreno.

- siéntete honrado, te daré un lección privada.

- ¿Enserio? ¿Qué me enseñaras?

- Te enseñare a abrir las piernas – De manera poco delicada, Yunho tomo el rostro de Jaejoong y devoró sus labios. Como ya había ocurrido antes, una batalla de lenguas comenzó, para al final Yunho tomar el control del beso.

 

El moreno bajo sus manos hasta el trasero del vampiro y lo apretó, haciendo que Jaejoong soltara un gemido entre el beso. Yunho levanto a Jaejoong del suelo y este enredo sus piernas en la cintura del menor. Yunho apoyo el cuerpo de Jaejoong en la base de un árbol.

La temperatura entre los dos subía rápidamente, y sin darse cuenta las garras de Jaejoong se hicieron presentes, provocando pequeñas heridas en los brazos del moreno y que hilos de sangre brotaran de ellas.

Jaejoong se separó de Yunho y con desesperación lamio las gotas de sangre de las heridas que provocaron sus garras.

Esto a Yunho le excitó de sobremanera y con rudeza tomo los cabellos negros de Jaejoong y tiro de ellos, levantando el rostro del vampiros mordiendo sus labios para luego tirar de él hacia abajo; Jaejoong cayó de rodillas al suelo. Sabía que lo que el hombre lobo quería y no iba a mentir, él también lo deseaba.

Con un movimiento rápido de manos, desabrochó los pantalones de Yunho, dejando su miembro a la vista. Beso la punta para luego meterlo completamente a su boca.

 

- aahh….mmh – Yunho gruño. Apoyo sus manos en la corteza del árbol y comenzó a mover su cadera, atrás y adelante.

 

Jaejoong lamia el miembro desde la base hasta la punta. Yunho aumentó un poco más la velocidad de sus embestidas. Jaejoong comenzó a estimular los testículos del moreno.

 

- N-no… detente – Yunho alejo su miembro de la boca de Jaejoong, este no estaba muy feliz de que le quitaran su dulce.

 

Yunho tomo al pelinegro de los brazos y lo levanto.

 

- No quiero terminar tan rápido, aun quiero seguir jugando.

- Si quieres estar dentro de mí sabes lo que quiero.

 

Yunho sin pensarlo acerco su cuello a la boca de Jaejoong quien muy gustoso hizo salir sus colmillos y después de tanto esperar por fin pudo volver a probar la sangre del lobo. Ese líquido que desde la primera vez que lo probó lo volvió adicto.

Yunho se dejaba hacer por el vampiro, apretaba cada vez más su cuerpo contra el de Jaejoong, moviendo descaradamente su miembro contra el del vampiro.

Ya saciada su sed, Jae se alejó del cuello de Yunho después de lamer los pequeños orificios que había dejado.

Ambos se miraron, sus ojos expresaban deseo, lujuria. Si, ambos chicos estaban se deseaban.

Yunho dio vuelta a Jaejoong quedando a espalda de este y su rostro apoyado en el corteza del árbol. Bajo los pantalones con ropa interior incluido y separó las blancas piernas del vampiro.

 

- Dime, ¿quieres suave o rudo? – Lamio el lóbulo de la oreja del pelinegro.

- Solo metela de una vez.

- Como usted ordene.

 

De un golpe Yunho entró en Jaejoong sin previa preparación.

 

- Hijo de p….

- Shhh… tu dijiste que la metiera.

- ¡Ahhh!! Hijo de perra… mmghh… q-que esperas para…. moverte.

- Esperaba a que te acostumbraras, pero si quiere que me mueva lo hare – y así lo hizo. Comenzó con un vaivén lento, pero rudo, para luego aumentar la velocidad de sus embestidas.

 

La mejilla de Jaejoong era raspada por la corteza del árbol, pero eso no le importa, la lujuria de su cuerpo lo estaba envolviendo. Lo único que hacía era gemir y gemir.

Por suerte nadie estaba cerca del lugar.

 

- aaahh ¡demonios! – Yunho gruño, salió de Jaejoong y antes de que este protestara, el lobo lo giro, esta vez quedaron cara a cara, el vampiro volvió a enredar sus piernas en la cintura de Yunho y este lo volvió a embestir sin piedad. Ahora la espalda de Jaejoong era dañada.

 

Un beso candente. Unos rasguños. Embestidas sin control. Eso se podía ver en la escena que estaban montando estos dos.

Unas cuantas embestidas más y Yunho se vino dentro de Jaejoong y este último entre sus abdómenes.

Ambos se dejaron caer al suelo. El lobo abrazó al vampiro por los hombros y le permitió a este descansar en su pecho. Sus cuerpos estaban agotados, ninguno de los dos hablo, analizaban lo que había pasado entre ellos. Ninguno lo iba a admitir, pero querían volver a repetir esta experiencia.

 

- este quedará entre nosotros dos – Jaejoong hablo.