50 Sombras de Jung [Cap 5]

Capítulo 5

Está muy silencioso y la luz es muy débil. Me siento cómodo y cálido en esta cama. Hmm…  Abro mis ojos y por un momento estoy tranquilo y sereno, disfrutando de los extraños y desconocidos alrededores. La cabecera detrás de mi tiene la forma de un sol extrañamente familiar. La habitación es grande y lujosa, amueblada en tonos cafés, dorados y beiges. La he visto antes, ¿Dónde? Mi cerebro lucha por recordar. Mierda. Estoy en el Park Hyatt Seúl… en una suite. Le sacamos las fotos a Yunho en una habitación como esta. Oh, mierda, estoy en la suite de Jung Yunho, ¿cómo llegue aquí?

Recuerdos fragmentados de la noche anterior regresan lentamente atormentándome. La bebida, ay no el alcohol, la llamada telefónica, oh no la llamada telefónica, el vómito, mierda el vómito. Changmin y luego Yunho, no recuerdo haber venido hasta aquí. Estoy usando mi camisa y mi bóxer, sin jeans.

Echo un vistazo a la mesa de noche y pillo un jugo de naranja y dos pastillas las que tomo enseguida junto con el jugo. Que controlador, piensa en todo. Golpean a la puerta y no logro encontrar mi voz para contestar, él abre la puerta de todos modos y entra.

Santo infierno, ha estado haciendo ejercicio. Usa pantalones de chándal gris que cuelgan de sus caderas y una camiseta gris que está oscurecida con sudor, al igual que su cabello. Siento un calor recorrer mi cuerpo

-Buenos días Jaejoong ¿Cómo te sientes?

-Mejor de lo que merezco –murmuro. Le doy un vistazo, coloca una bolsa de compra grande en una silla y me mira, como siempre no tengo idea de lo que está pensando. Esconde sus pensamientos y sentimientos tan bien. – ¿Cómo llegué aquí?

Se acerca y se sienta en el borde de la cama. Está lo suficientemente cerca como para que lo pueda tocar, para que lo pueda oler. Oh… el sudor, gel de ducha y Yunho, es embriagador y mucho mejor que un margarita.

-Después de que te desmayaste, no quería arriesgar la tapicería de mi auto llevándote hasta tu departamento. Así que te traje aquí

-¿Me pusiste en la cama?

-Si –Su rostro es imperturbable

-¿Vomite de nuevo?

-No

-¿Me desvestiste? –susurro

-Si –Alza una ceja en mi dirección y me sonrojo furiosamente

-Nosotros no…

-Jaejoong, estabas prácticamente en estado de coma, me gusta estar con gente que sea sensible y receptiva. La necrofilia no es lo mío

-Lo siento mucho –Su boca se eleva ligeramente en una sonrisa irónica

-Fue una noche muy divertida. Una que no olvidaré en un largo tiempo

Yo tampoco; oh, el bastardo se está riendo de mí. No le pedí que viniera a buscarme. De alguna forma, me ha hecho sentir como el villano de la obra

-No tenías por qué rastrearme con cualquier cosa de James Bond que estés desarrollando para vender al mejor postor –digo bruscamente. Me mira fijamente sorprendido y si no me equivoco, un poco herido

-En primer lugar, la tecnología para rastrear teléfonos está disponible a través de internet. En segundo lugar, mi compañía no invierte o fabrica cualquier tipo de dispositivos de vigilancia y en tercer lugar, si no hubiera ido por ti probablemente estarías despertando en la cama del fotógrafo y por lo que puedo recordar no estabas entusiasmado con la forma en que te coqueteaba –dice agriamente

¡La forma en que me coqueteaba!

-¿De qué crónica medieval escapaste? –Me río –Suenas como un distinguido caballero –Su humor cambio visiblemente, sus ojos se suavizaron, su expresión se volvió cálida y sonríe ligeramente

-Jaejoong, no lo creo. Caballero oscuro tal vez –Su sonrisa es irónica y niega con la cabeza -Supongo que no comiste anoche por eso estabas tan mal así que comerás ahora –Pasa sus manos por su cabello y sé que es porque está exasperado, su mandíbula se aprieta y me mira acusadoramente, ¿qué fue lo tan espantoso que hice?

-¿Vas a seguir regañándome?

-Tienes suerte de que sólo te estoy regañando

-¿Qué quieres decir?

-Bueno, si fueras mío no serías capaz de sentarte durante una semana después de la proeza que hiciste ayer. No comiste, te emborrachaste, te pusiste en riego –Cierra sus ojos, el temor grabado en su hermoso rostro y se estremece un poco. Cuando abre sus ojos me mira –Odio pensar en lo que podría haberte pasado

Frunzo el ceño ¿Cuál es su problema? ¿Qué si fuera de él? Si fuera suyo… bueno, no lo soy aunque a  una parte de mi le gustaría serlo

-Habría estado bien, estaba con Junsu

-¿Y  el fotógrafo?

-Changmin solo se pasó de la raya –Me encojo de hombros

-La próxima vez que se pase de la raya alguien debería enseñarle buenos modales

-Eres bastante disciplinario

-Oh Jaejoong no tienes idea –Su ojos se entrecierran y luego sonríe con malicia. Es cautivador, un minuto estoy confundido y enojado y al siguiente estoy mirando su bella sonrisa.  –Voy a ducharme ¿a menos que quieras hacerlo primero? –Los latidos de mi corazón se aceleran, creo que le  di más de un sentido a lo que dijo. Su sonrisa se ensancha, se acerca y dirige su pulgar hacia abajo por mi mejilla y a través de mi labio inferior –Respira Jaejoong, el desayuno estará aquí en quince minutos, come –Se aleja y se dirige al baño

Dejo escapar el aire que había estado reteniendo. En este momento quiero ir y unirme a él en la ducha, nunca me he sentido así por nadie. Mi piel hormiguea por donde pasó su pulgar, sobre mi rostro y mi labio. Me retuerzo con necesidad, ansia e incomodidad. Es deseo, así es como se siente

Me recuesto en las suaves almohadas de plumas “si fueras mío” Es la primera persona que me ha hecho agitarme de esta manera, sin embargo es difícil complicado y confuso. Un minuto me rechaza, al siguiente me manda libros carísimos, luego me rastrea como un acosador. Y aun así pase la noche en su habitación del hotel y me siento a salvo. Le importo lo suficiente para ir a rescatarme del peligro inexistente. No es un caballero oscuro, es un caballero blanco con armadura brillante

Salgo de la cama buscando mis pantalones. Él emerge del baño, mojado y brillante por la ducha, solo con una toalla alrededor de su cintura y ahí estoy yo…  con bóxer y embobado. Está sorprendido de verme fuera de la cama

-Si estas buscando tus pantalones los envié a la lavandería. Estaban salpicados de vómito  –Me mira y sus ojos se oscurecen –Envié a Kangin por otro par y unos zapatos. Están en la bolsa de la silla

-Um… tomaré una ducha. Gracias -¿Qué más puedo decir? Tomo la bolsa y entro al baño, lejos de un Yunho desnudo. Deseo a Jung Yunho, lo deseo demasiado. Es muy simple, quiero estar en la cama con él. Quiero sentir sus manos y su boca en mí.

Dijo que le gustaba que la gente con la que esté se encuentre consciente, además no se aprovecho aunque estuve toda la noche en su cama. No me besó la semana pasada y sin embargo me trajo aquí anoche. Simplemente no se a que está jugando.

El agua es caliente y relajante, podría quedarme bajo en chorro de agua por siempre. Agarro el jabón y lo froto por mi cuerpo fantaseando que es él quien lo pasa por mi cuerpo, mi cuello, sobre mi estómago y entre mis muslos con sus largos dedos. Oh mi Dios. Esto se siente tan bien, el calor está subiendo por mi cuerpo.

-El desayuno está aquí –Golpea la puerta asustándome

-Está bien –tartamudeo mientras soy arrancado cruelmente de mi fantasía erótica

Salgo de la ducha y me seco a toda prisa ignorando la sensación placentera de la toalla contra mi piel. Inspecciono la bolsa, Kangin no me compró solo pantalones, también hay una camisa azul pálido, converses y bóxers nuevos. Estoy asombrado de que todo me quede perfectamente. Bruscamente seco mi cabello con la toalla y salgo del baño. Es hora de enfrentar al Sr. Confusión

La habitación está vacía, busco mis cosas pero no las encuentro. Toma una profunda respiración y entro a la sala de la suite. Yunho está sentado en la mesa del comedor al otro lado de la habitación leyendo un periódico. La sala es muy grande, del tamaño de una cancha de tenis o algo así, no es que yo juegue pero he visto a Junsu unas cuantas veces ¡Junsu!

-Mierda Junsu –grito y Yunho me mira

-Sabe que estás aquí y todavía vivo. Le envié un mensaje a Yoochun -Oh no, aun recuerdo sus movimientos de trasero que solo los usa para seducir. Es obvio que se acostó con Yoochun, el hermano de Jung Yunho. Debe pensar que hice lo mismo que él –Siéntate, no sabía que te gustaba así que ordené una selección del menú de desayuno –Me da una torcida sonrisa de disculpa. Me siento frente a él, la mesa está repleta de comida.

-Eso es muy despilfarrador –murmuro, es demasiada comida, no podré comer todo aunque estoy muy hambriento

-Sí, lo es –suena culpable. Empiezo a comer y a tomar té

-Gracias por la ropa

-Es un placer Jaejoong, te vez muy guapo –Me ruborizo y miro mis dedos –En verdad debes aprender a recibir un cumplido

-Debería darte dinero por la ropa –Me mira como si lo hubiera ofendido –Ya me diste libros los cuales no puedo aceptar. Pero esta ropa… por favor, déjame pagarte –Le sonrío tentativamente

-Jaejoong, créeme, puedo pagarlo

-Ese no es el punto. ¿Por qué deberías comprármelas?

-Porque puedo –sus ojos brillan con algo extraño

-Solo porque puedas no significa de debas. ¿Por qué me enviaste los libros Yunho? –Mi voz es suave. Baja sus cubiertos y me contempla, sus ojos brillando con una emoción incomprensible. Mierda santa… mi boca se seca

-Bueno, cuando casi fuiste atropellado por el ciclista y yo estaba sosteniéndote y me mirabas diciéndome “Bésame, bésame Yunho” –Hace una pausa y se encoge de hombros –Sentí que te debía una disculpa y una advertencia –Pasa las manos por su cabello –Jaejoong, no soy del tipo de hombre de flores y corazones, no me interesa el romance. Mis gustos son muy singulares. Deberías alejarte de mí –Cierra sus ojos como si estuviera dándose por vencido –sin embargo, hay algo que me impide alejarme de ti. Pero pienso que ya has descubierto eso

Mi apetito se desvanece. ¡No puede alejarse!

-Entonces, no lo hagas -susurro

El jadea, sus ojos abiertos

-No sabes lo que estás diciendo

-Ilústrame entonces –Sorpresa ilumina sus ojos

-¿Qué harás mañana?

-Junsu y yo vamos a empezar a empacar. Nos mudaremos a Gangnam la próxima semana y yo voy a trabajar en Sodimac toda esta semana

-¿Ya tienes un departamento en Gangnam?

-Si

-No estarás lejos de mí –sus labios se tuercen en una media sonrisa -¿En qué vas a trabajar?

-Postulé para algunas empresas. Estoy esperando noticias

-¿Postulaste para mi compañía como sugerí?

-Ummm… no

-¿Qué tiene de malo mi compañía?

-¿Tu compañía o tú compañía? –sonrío con picardía y el sonríe

-¿Me estás sonriendo Joven Kim? –Inclina su cabeza hacia un lado y creo que se ve divertido, pero es difícil de decir. –Me gustaría morder ese labio –susurra en un tono oscuro

Oh Dios. Estoy completamente consciente de que estoy mordiendo mi labio inferior. Mi boca se cae abierta mientras jadeo y trago al mismo tiempo. Esa tiene que ser la cosa más sexy que me han dicho en la vida. Mi corazón se acelera y el calor de mi cuerpo se eleva, creo que estoy jadeando

-¿Por qué no lo haces? –lo reto en voz baja

-Porque no voy a tocarte Jaejoong… no hasta tener tu consentimiento escrito para hacerlo –Sonríe

-¿Qué significa eso?

-Exactamente lo que dije –suspira y sacude su cabeza, divertido pero exasperado –Necesito mostrártelo Jaejoong ¿A qué hora sales hoy del trabajo?

-Alrededor de las ocho

-Bien, podríamos cenar esta noche en mi casa y te informaré sobre los hechos ¿Estás de acuerdo?

-¿Por qué no puedes decírmelo ahora?

-Porque estoy disfrutado del desayuno y de tu compañía. Lo más probable es que cuando  sepas de qué se trata no quieras volver a verme

¿A qué se refiere? ¿Acaso realiza trata de blancas con pequeños niños en algún lugar del planeta olvidado por Dios? ¿Es parte de algún sindicado del crimen de los bajos mundos? Eso explicaría porque es tan rico. Esto no me está llevando a ningún lado. Me gustaría saber que esconde Yunho.

-Está bien, que sea esta noche

-Tan pronto quieres comer del árbol del conocimiento –sonríe

-¿Me está sonriendo señor Jung? –pregunto dulcemente. Entrecierra sus ojos y levanta su BlackBerry. Presiona un número

-Kangin. Voy a necesitar a Charlie Tango… Desde las ocho treinta… No… Toda la noche… Hasta mañana en la mañana… Lo pilotearé desde Dongjak hasta Gangnam –Corta la llamada. Ningún por favor o gracias

-¿La gente siempre hace lo que le dices?

-Usualmente, si quieren mantener sus empleos. Termina tu desayuno y luego te llevaré a tu casa. Te recogeré en Sodimac a las ocho, volaremos a Gangnam

-¿volar?

-sí, tengo un helicóptero

Lo miro alucinado. Tengo mi segunda cita con Jung oh-tan-misterioso Yunho

-¿Iremos a Gangnam en helicóptero?

-Si

-¿Por qué?

-Porque puedo –me sonríe perversamente –Termina tu desayuno -¿Cómo puedo comer ahora? Viajare con él en helicóptero y quiere morderme el labio… me retuerzo ante el pensamiento –Come, Jaejoong tengo un problema con la comida desperdiciada… come

-No puedo comer todo esto

-Come todo lo que está en tu plato. Si hubieras comido apropiadamente ayer, no estarías aquí y yo no estaría declarando mis intenciones tan pronto –Su boca se estrecha en una línea sombría, parece enojado

Después de terminar la comida dejo la mesa para ir a buscar mis cosas a su habitación, pero un pensamiento me detiene

-¿Dónde dormiste anoche?- Miro a mi alrededor y no puedo pillar mantas o sabanas

-En mi cama –dice tranquilamente –Si, fue una tremenda novedad para mí también

-No tener… sexo

-No –niega con la cabeza  y frunce el ceño como si estuviera recordando algo incómodo –Dormir con alguien

¿Qué significa eso? ¿Es virgen? No, lo dudo. Es la persona más desconcertante que he conocido. Me doy cuenta que he dormido con Jung Yunho y me pateo mentalmente… me hubiese gustado estar consciente para verlo dormir, verlo vulnerable

En el baño de su dormitorio me peino el cabello con los dedos lo mejor que puedo. Quiero lavar mis dientes. Veo el cepillo de dientes de Yunho, sería como tenerlo en mi boca. Miro con culpa por encima de mi hombro y siento las cerdas del cepillo de dientes. Están húmedas lo que significa que lo usó hace un rato. Tomándolo rápidamente pongo un poco de pasta de dientes en él y cepillo mis dientes dos veces más rápido de lo normal, me siento como un niño haciendo una travesura

Guardo mi ropa en una bolsa y recojo mi chaqueta. Yunho está hablando por teléfono y me mira hasta que termina de hablar

-¿Listo para irnos? –Asiento y nos dirigimos a la puerta –Después de usted joven Kim

Caminamos en silencio hasta el ascensor, cuando entramos no hay nadie más dentro. Repentinamente, posiblemente por nuestra cercanía, la atmósfera entre nosotros cambia, cargándose con una eléctrica y estimulante anticipación. Mi respiración se altera mientras mi corazón se acelera. Su cabeza se gira hacia mí y sus ojos se oscurecen. Muerdo mi labio

-Oh, a la mierda el protocolo –Se abalanza sobre mí, empujándome contra la pared del ascensor. Tiene apresadas mis muñecas por encima de mi cabeza y esta restregando su pelvis contra la mía. Su otra mano me sujeta el pelo y lo tira hacia abajo levantando mi rostro y sus labios están sobre los míos. Gimo en su boca dándole la entrada a su legua, nuestras lenguas se unen en un lento baile erótico. Es un beso apasionado, necesitado y húmedo. Siento su erección contra mi pelvis y sé que el también siente la mía. Lo deseo aquí y ahora… en el ascensor.

El ascensor se detiene, la puerta se abre y se aleja de mi en un abrir y cerrar de ojos, dejándome ahí, tratando de esconder una erección de las personas que entraron en el ascensor. Se pone contra la esquina observándome dando profundas respiraciones. La gente se baja y nos queda un piso más por recorrer

-Cepillaste tus dientes –dice, mirándome fijamente

-Usé tu cepillo de dientes -Sonríe

-Oh, Kim Jaejoong ¿qué voy a hacer contigo?

Las puertas se abren en el primer piso, Yunho toma mi mano y me tira hacia fuera

 

-¿Qué es lo que tienen los ascensores? –murmura, más para él mismo que para mí. Me esfuerzo para bajar mi temperatura corporal. Nuestro deseo mutuo se vio totalmente expuesto en el ascensor de Park Hyatt Seúl.