Capitulo Uno
Frunzo el ceño con frustración hacia mí mismo frente al
espejo. Maldito sea mi cabello, sencillamente no se comporta y maldito sea Kim
Junsu por estar enfermo y someterme a esta terrible experiencia. Debería estar
estudiando para mis exámenes finales, que son la próxima semana, sin embargo,
aquí estoy, intentando cepillar mi cabello para que parezca controlado. No
debo dormir con el cabello mojado. No debo dormir con el cabello mojado.
Recitando esta mantra varias veces, intento, una vez más, tenerlo bajo control
con el cepillo. Pongo los ojos en blanco con exasperación, y miro al pálido
chico con cabello negro y ojos oscuros demasiado grandes para su rostro
devolviéndome la mirada, y me rindo. La única opción de dominar mi caprichoso
cabello era usando las costosas cremas y geles para el cabello de Junsu.
Junsu es mi compañero de habitación y ha elegido el día de
hoy, de todos los días posible, para sucumbir a la gripe. Por lo tanto, no puede asistir a la
entrevista que había quedado de hacer con algún magnate mega-industrial del que
jamás he oído hablar, para el periódico escolar. Así que me he ofrecido
voluntario. Tengo exámenes finales con los que quemarme las pestañas, un ensayo
que terminar, y se supone que vaya a trabajar esta tarde, pero no, hoy tengo
que conducir cerca de una hora hasta el centro de Gangnam para reunirme con el
enigmático Gerente General de Jung Enterprises Holdings Inc. Como un
excepcional empresario, y muy importante benefactor de nuestra universidad, su
tiempo es extraordinariamente precioso –mucho más precioso que el mío –pero le
ha concedido una entrevista a Junsu. Una verdadera oportunidad, dice él.
Maldita sean sus actividades extracurriculares.
Junsu esta acurrucado en el sofá de la sala.
-Jae, lo lamento. Me tomo nueve meses conseguir esta
entrevista, tomara otros seis mese volver a programarla, y ambos nos habremos
graduado para entonces. Como editor, no puedo dejar pasar esta oportunidad. Por
favor –me ruega Junsu con su áspera y adolorida voz ¿Cómo lo hace? Incluso
enfermo, se ve tierno y hermoso y hasta sexy, con sus cabellos rubios en su
lugar y ojos castaños brillantes, aunque desde ahora estén hinchados y
llorosos. Ignorando mi punzada de
simpatía inoportuna.
-por supuesto que iré, Junsu. Deberías regresar a la cama
¿quieres algo de Níquel o Tíllenlo?
-Níquel, por favor, aquí están las preguntas y mi mini
grabadora. Solo presiona “grabar” aquí. Has notas, lo transcribiré todo.
-no sé nada de él- murmuro, intentando y fallando en
suprimir mi creciente pánico.
-las preguntas te ayudaran. Ve. Es un largo camino. No
quiero que llegues tarde.
-de acuerdo, me voy. Regresa a la cama. Te hice algo de sopa
para que la calientes más tarde –lo miro fijamente, con cariño. Sólo por ti,
Junsu, haría esto.
-lo hare. Buena suerte. Y gracias Jae… como de costumbre,
eres mi salvador.
Recogiendo mi mochila, le sonrió irónicamente, luego salgo
directo al auto. No puedo creer que haya dejado a Junsu convencerme de esto.
Pero entonces Junsu puede convencer a cualquiera de cualquier cosa. Será un periodista
excepcional. Es elocuente, fuerte, persuasivo, argumentativo, hermoso… y es mi
mejor amigo.
Los caminos están despejados cuando salgo de Dongjak, hacia
Gangnam. Es temprano, y no tengo que estar en Gangnam hasta las dos de la
tarde.
Afortunadamente, Junsu me ha prestado su Mercedes deportivo. No estoy seguro de que Vick, mi
viejo VW beetle, conseguiría hacer el trayecto a tiempo. Oh, conducir un
mercedes es divertido, y los kilómetros se desvanecen cuando piso el acelerador
al máximo.
Mi destino son las oficinas centrales de la empresa
internacional de Sr. Jung. Es un enorme edificio de veinte pisos, con cristales
curvados y acero, una fantasía arquitectónica utilitaria, con las palabras
“Jung House” escritas discretamente en acero sobre las puertas delanteras del
vidrio. Faltan quince minutos para las dos cuando llego, enormemente aliviado
de no llegar tarde mientras camino hacia el enorme –y francamente intimidante
–vestíbulo de cristal, acero y arenisca blanca.
Detrás del solito escritorio de arenisca, una muy atractiva
y bien arreglada joven rubia me sonríe amablemente. Está usando la chaqueta
grisácea y camisa blanca más nítidas que alguna vez he visto. Dejando ver un
poco de sus pechos.
-estoy aquí para ver al Sr. Jung. Soy Kim JaeJoong representando
a Kim Junsu.
-discúlpeme por un momento, joven Kim- ella enarca una ceja
ligeramente mientras espero tímidamente en frente suyo. Estoy empezando a
desear haber pedido prestado un terno formal a Junsu en lugar de usar mi
chaqueta negra.
He hecho un esfuerzo y me he puesto mi único pantalón cien
por ciento decente, mis cómodos zapatos negros y una camisa negra. Para mí,
esto es inteligente. Pongo un mechón de mi cabello tras mi oreja mientras
pretendo pensar algo importante.
-Puede pasar. Firme aquí por favor joven
Kim. Use el ultimo ascensor a la derecha, presione el piso numero veinte –me
sonríe amablemente, divertida sin duda, mientras firmo.
Me entrega un pase de seguridad que tiene la palabra
“VISITANTE” estampada muy firmemente en el frente. No puedo evitar esbozar una
sonrisilla. Sin duda es obvio que estoy solo de visita. No encajo aquí, en absoluto. Nada cambia,
suspire para mis adentros. Agradeciéndole, camino hacia la zona de ascensores
más allá de los dos hombre de seguridad que están mucho más inteligentemente
vestidos que yo con sus trajes negros bien confeccionados.
El ascensor me sacude con una velocidad al límite hacia el
piso numero veinte. Las puertas se abren y estoy en otro gran vestíbulo, de
nuevo, de cristal, acero y arenisca blanca. Me veo frente a otro escritorio de
arenisca y otra joven rubia vestida impecablemente de blanco y negro, se
levanta para saludarme.
-joven Kim, ¿Podría esperar aquí, por favor? –señala a una
zona de espera con sillas de cuero blanco.
Detrás de las sillas de cuero hay una espaciosa sala de
reuniones con paredes de vidrio y una mesa de madera oscura igualmente
espaciosa, rodeado con al menos veinte sillas de juego. Mas allá de ellas, hay
una ventana que va desde el piso hasta el techo con una vista del cielo de Seúl
que deja ver toda la ciudad. Es una vista sorprendente y estoy momentáneamente
paralizado por ella. Wow
Me siento, rebusco las preguntas en mi mochila y las reviso,
maldiciendo para mis adentros a Junsu por no darme una corta biografía. No sé
nada de este hombre al que estoy a punto de entrevistar. El podría tener
noventa o treinta años. La incertidumbre es mortificante y mis nervios vuelven
a la superficie, poniéndome inquieto. Nunca he estado cómodo con las
entrevistas cara a cara, prefiero el anonimato de una discusión grupal en la
que me puedo sentar inadvertidamente en la parte trasera de la habitación.
Para ser honesto, prefiero mi propia compañía, leyendo una
clásica novela británica, acurrucado en una silla en la biblioteca del campus.
No sentado y retorciéndome nerviosamente en un colosal edificio de cristal y
piedra.
Pongo los ojos en blanco para mí mismo. Cálmate Kim.
Juzgando por el edificio, que es demasiado frio y moderno, presumo que Jung
esta en sus cuarenta: delgado, bronceado y castaño oscuro con toque blancos.
Otra elegante rubia –para ser una empresa coreana trabajan
muchos extranjeros-impecablemente vestida sale de una gran puerta derecha.
Respiro hondo, me pongo de pie.
-¿joven Kim? –pregunta la ultima rubia. Se nota que es de
Estados unidos.
-si –grazno y me aclaro la garganta –Si –eso sonó más
seguro.
-el señor Jung lo verá en un momento. ¿Puedo tomar su
chaqueta?
-oh… por favor.
La rubia camino hacia su escritorio, sus tacones haciendo
eco en el piso de arenisca. Se sienta y continúa con su trabajo.
Tal vez el señor Jung insiste en que todas sus empleadas
sean extranjeras y rubias. Me estoy preguntando ociosamente si eso es legal,
cuando la puerta de la oficina se abre y un hombre de edad alto, elegantemente
vestido sale.
Definitivamente me he puesto la ropa equivocada.
El se da la vuelta y dice a través de la puerta: -golf, esta
semana Jung.
No escucho la respuesta. El se da vuelta, me ve, y sonríe,
sus oscuros ojos arrugándose en la esquina. Una de las secretarias salta de su
silla y llama al ascensor. Parece lucirse al saltar de su asiento.
-buenas tardes –dice el mientras sale por la
puerta deslizante.
-el Sr. Jung lo verá ahora. Joven Kim. Puede pasar –dice la
rubia más vieja. Me pongo de pie temblorosamente, intentando suprimir mis
nervios. Recojo mi mochila y me abro paso hacia la puerta parcialmente
abierta.
-no necesita tocar solo entre –ella sonríe amablemente.
Empujo la puerta para abrirla y entro tropezándome con mis
propios pies y cayendo de cabeza dentro de la oficina.
Mierda, yo y mis dos pies izquierdos .Estoy sobre mis
manos y rodillas en el umbral de la oficina del Sr. Jung y amablemente unas
manos están rodeándome, ayudándome a ponerme de pie. Estoy tan avergonzado,
maldita sea mi torpeza. Tengo que armarme de valora para levantar mi mirada.
Dios mío, el es tan joven.
-joven Kim Junsu. –Extiende su mano con largos dedos hacia mí una vez que estoy de pie- Soy Jung Yunho. ¿Se encuentra bien? ¿Le gustaría sentarse?
-joven Kim Junsu. –Extiende su mano con largos dedos hacia mí una vez que estoy de pie- Soy Jung Yunho. ¿Se encuentra bien? ¿Le gustaría sentarse?
Tan joven… y atractivo, muy atractivo. Es alto, esta vestido
con un fino traje gris, camisa blanca y corbata negra, rebelde cabello castaño
oscuro e intensos y brillantes ojos chocolates que me observan sagazmente. Me
toma un momento encontrar mi voz.
-um… de hecho… -murmuro. Si este tipo esta en sus treinta
entonces estoy completamente sorprendido, aturdido, pongo mi mano en la suya y
nos damos un apretón. Cuando nuestros dedos se tocan, siento un raro y
excitante hormigueo recorriéndome. Aparto mi mano apresuradamente, avergonzado.
Debe ser la estática. Parpadeo rápidamente, mis pestañas igualando el ritmo de
mi corazón-. El joven Kim Junsu esta indispuesto, así que me envió a mí. Espero
que no le moleste Sr Jung.
-¿y ustedes es? –su voz es cálida, posiblemente divertida,
pero es difícil saberlo por lo impasible de su expresión. Parece ligeramente
interesado, pero más que eso, cortes.
-Kim Jaejoong. Estudio literatura con Susu, um…. Junsu… um…
el joven Kim Junsu, en la universidad Soongsil.
-ya veo –dice simplemente. Creo que veo el fantasma de una
sonrisa es su expresión, pero no estoy seguro. -¿le gustaría tomar asiento? –me señala el sofá de cuero
negro con forma de L.
Su oficina es demasiado grande para solo un hombre. Frente a
las ventanas que van desde el piso hasta el techo, hay un enorme escritorio
moderno de madera oscura en el que seis personas podrían comer cómodamente.
Hace juego con la mesa de café junto al sofá. Todo lo demás es blanco: el
techo, los pisos y las paredes, excepto aquella junto a la puerta en la que
cuelga un mosaico de pequeñas pinturas, treinta y seis de ellas arregladas
formando un cuadro. Son exquisitas, una serie de objetos mundanos y olvidados
pintados con detalles tan preciosos que lucen como fotografías. Puestas juntas,
son impresionantes.
-un artista local, YongGuk –dice Jung cuando atrapa mi
mirada.
-son adorables. Elevan lo ordinario hasta lo extraordinario
–murmuro, distraído por él y por las pinturas. Inclina su cabeza hacia un lado
y me observa atentamente.
-no podría estar más de acuerdo, joven Kim –responde, su voz
es suave y por alguna razón inexplicable, me encuentro a mi mismo sonrojándome.
Fuera de las pinturas, el resto de la oficina es fría,
limpia y clínica. Me pregunto si eso refleja la personalidad del Adonis que se
hunde con gracia en una de las sillas de cuero banco frente a mí. Sacudo la
cabeza, alterado por la dirección que toman mis pensamientos, y recupero las
preguntas de Junsu de mi bolso.
Después, pongo la mini grabadora y soy tan torpe, que la dejo caer dos veces en la mesa de café enfrente de mí. El Sr. Jung no dice nada, esperando pacientemente –Espero –mientras yo me avergüenzo y me pongo más nervioso. Cuando me armo de valor para mirarlo, él me está observando, una mano relajada contra su regazo y la otra ahuecando su barbilla, deslizando su largo dedo índice a través de sus labios. Creo que está intentando suprimir una sonrisa.
Después, pongo la mini grabadora y soy tan torpe, que la dejo caer dos veces en la mesa de café enfrente de mí. El Sr. Jung no dice nada, esperando pacientemente –Espero –mientras yo me avergüenzo y me pongo más nervioso. Cuando me armo de valor para mirarlo, él me está observando, una mano relajada contra su regazo y la otra ahuecando su barbilla, deslizando su largo dedo índice a través de sus labios. Creo que está intentando suprimir una sonrisa.
-Lo lamento
–tartamudeo –No estoy acostumbrado a esto
-Tómese todo el tiempo que necesite, joven Kim –Dice él
-¿Le molesta si grabo sus respuestas?
-Después de que se ha tomado tantas molestias poniendo la
grabadora, ¿me pregunta ahora?-
Me sonrojo. ¿Se está burlando? Eso espero. Parpadeo hacia
él, inseguro de que decir, y creo que doy lástima porque cede –No, no me
molesta.
-¿Susu, quiero decir, Junsu, le explicó para qué era la
entrevista?
-Sí. Para que aparezca en la publicación de la graduación de
periódico escolar dado que seré quien confiera los diplomas en la ceremonia de
graduación de este año.
-Bien –Trago nerviosamente –Tengo algunas preguntas Sr Jung
–Acomodo un mechón rebelde de mi cabello tras mi oreja
-Pensé que las tendrías –dice, inexpresivo. Se está riendo
de mí. Mis mejillas se calientan al darme cuenta de eso, me enderezo y cuadro
los hombros en un intento de verme más alto e intimidante. Presiono el botón
“grabar” en intento lucir profesional
-Es usted muy joven para haber acumulado un imperio así. ¿A
qué le debe su éxito? –Lo miro. Su sonrisa es triste, pero luce vagamente
decepcionado.
-Los negocios son siempre sobre las personas, joven Kim, y
soy muy bueno juzgándolas –Hace una pausa y fija su mirada en mí –Mi creencia
es conseguir el éxito en cualquier plan que uno tenga, para convertirse uno
mismo en el maestro de dicho plan, conocerlo por dentro y por fuera, conocer
cada detalle. Trabajo duro, muy duro para hacer eso. Tengo un instinto natural
que puede descubrir y nutrir una buena y sólida idea y a buenas personas. La
línea final siempre está reducida a las buenas personas
-Quizá solo tiene suerte –Esto no está en la lista de Junsu,
pero él es tan arrogante. Sus ojos destellan momentáneamente, sorprendidos.
-No me adhiero a la suerte o a la oportunidad, joven Kim.
Realmente se trata de tener a las personas correctas en su equipo y dirigir sus
energías adecuadamente.
-Suena controlador –Las palabras salen de mi boca antes de
que pueda detenerlas
-Oh, practico el control en todas las cosas, joven Kim –dice
sin un rastro de humor en su sonrisa. Lo miro, y él sostiene mí mirada
firmemente, imperturbable. Mi pulso se acelera y me sonrojo de nuevo
¿Por qué tiene un efecto tan desconcertante en mí? ¿Su
abrumadora y atractiva apariencia quizás? ¿La forma en que me mira? ¿La forma
en que frota suavemente su dedo índice sobre su labio inferior? Me gustaría que
dejara de hacer eso.
-¿Siente que tiene un inmenso poder? –Controlador
-Empleo alrededor de cuarenta mil personas. Eso me da un
ciento sentido de responsabilidad… poder, si así prefiere. Si vendo todo,
veinte mil personas lucharían para poder pagar su hipoteca después de
aproximadamente un mes
Me quedo boquiabierto. Estoy pasmado por su falta de
humildad
-¿Y no tiene un comité ante el que responder? –pregunto,
disgustado
-Soy el dueño de mi compañía. No tengo que responder ante
nadie –Levanta la ceja hacia mí. Me sonrojo, pero por Dios, es tan arrogante
-¿Y tiene intereses fuera de su trabajo?
-Tengo intereses variados, joven Kim –El fantasma de una sonrisa llega a sus labios
–Muy variados –Y por alguna razón, estoy confundido y acalorado por su firme
mirada
-Pero si trabaja tan duramente, ¿qué hace para relajarse?
-¿Relajarme? –Sonríe, revelando unos perfectos dientes
blancos. Dejo de respirar. Realmente es guapo. Nadie debería ser así de
atractivo –Bueno, para “relajarme” como usted dice, navego, vuelo, disfruto de
varias actividades físicas –Se mueve en su silla –Soy un hombre muy rico, joven
Kim, y tengo caros e interesantes pasatiempos
-Usted invierte en el sector manufacturero ¿por qué en ese
específicamente?- Me hace sentir muy incómodo
-Me gusta construir cosas. Me gusta saber cómo funcionan,
qué hace que se muevan, cómo construirlas y desmontarlas. Y adoro los barcos.
¿Qué puedo decir?
-Eso suena como un corazón hablando en lugar de la lógica y
los hechos
-Posiblemente. Aunque hay gente que diría que no tengo corazón
-¿Por qué dirían eso?
-Porque me conocen bien –Sus labios se curvan en una sonrisa
torcida
Cambio de tema rápidamente
-También invierte en tecnologías de cultivo. ¿Por qué está
interesado en esta área?
-No podemos comer dinero, joven Kim, y hay mucha gente en
este planeta que no tienen suficiente para comer
-Eso suena bien. ¿Es algo por lo que se siente apasionado?
¿Alimentar a los pobres del mundo?- Se encoge de hombros,
muy evasivo
-Es un negocio astuto –Murmura, aunque creo que no está
siendo sincero
-¿Tiene una filosofía? Si la tiene, ¿Cuál es?
-No tengo una filosofía como tal. Quizás un principio
rector: “El hombre que adquiere la habilidad para asumir plena posesión de su
mente puede tomar posesión de todo lo demás a lo que tiene derecho”. Soy muy singular,
tenaz. Me gusta tener el control: de mi mismo y de aquello a mi alrededor
-¿Así que quiere poseer cosas? –Eres un controlador
-Quiero merecer poseerlas, pero sí, en pocas palabras, lo
hago
-Suena como el consumidor final
-Lo soy –Sonríe, pero la sonrisa no llega a sus ojos. Trago
saliva. La temperatura de la habitación está elevándose, o tal vez solo soy yo.
Solo quiero que esta entrevista termine. Seguramente Junsu tiene suficiente
material ahora. Echo un vistazo a la siguiente pregunta
-Usted fue adoptado. ¿Hasta donde eso afectó su forma de ser?-
Oh, eso es personal
-No tengo modo de saberlo –Mi interés ha despertado
-¿Ha tenido que sacrificar una vida de familia por su
trabajo?
-Tengo una familia. Tengo un hermano, una hermana y dos
padres cariñosos. No estoy interesado en extender mi familia más allá de eso
-¿Es usted gay, Señor Jung?
Inhalada fuertemente, y me avergüenzo, Mierda
-Depende de quién me interese, Jaejoong –Me mira fijamente
mientras se acaricia el labio con su dedo. Doble mierda
Es la primera vez que dice mi nombre. Mi pulso se acelera, y
mis mejillas están ardiendo otra vez. Nervioso arreglo mi cabello
-¿Estas son tus propias preguntas?
-Esto… no, Junsu compiló las preguntas
-¿Son compañeros en el periódico estudiantil?- Oh Mierda,
no tengo nada que ver con el periódico. Es la actividad extracurricular de
Susu, no la mía
-No. Es mi compañero de habitación
Se frota el mentón en silencio, sus ojos chocolate
evaluándome
-¿Te ofreciste voluntariamente para hacer la entrevista?
Espera, ¿quién se supone que está haciendo la entrevista?
Sus ojos me queman y me obligan a decir la verdad
-Estaba obligado. Él no está bien –Mi voz es débil
-Eso explica muchas cosas
Llaman a la puerta y entra una de las rubias
-Señor Jung, perdóneme por interrumpir, pero su siguiente
reunión es en dos minutos
-No hemos terminado, cancélala
-¿Dónde estábamos, joven Kim? Quiero saber acerca de usted.
Creo que es lo justo. ¿Cuáles son sus planes después de graduarte?
Me encojo de hombros confundido por su interés
–No he hecho planes, Sr Jung. Solo necesito superar mis exámenes finales. –Para los cuales debería estar estudiando ahora en lugar de estar en tú oficina, sintiéndome incómodo bajo tu penetrante mirada
–No he hecho planes, Sr Jung. Solo necesito superar mis exámenes finales. –Para los cuales debería estar estudiando ahora en lugar de estar en tú oficina, sintiéndome incómodo bajo tu penetrante mirada
-Llevamos a cabo un programa de pasantías excelente aquí-
Levanto las cejas. ¿Está ofreciéndome un trabajo?
-Oh, lo tendré en cuenta –murmuro confundido –Aunque no creo
encajar aquí
-¿Por qué dices eso? –Ladea su cabeza hacia un lado. Un
indicio de sonrisa jugando en sus labios
-Es obvio, ¿no? – Soy hombre, desaliñado, torpe y no soy
rubio
-No para mí –Su mirada es intensa, todo el humor se ha ido,
extraños músculos en lo profundo de mi vientre se aprietan de pronto. ¿Qué
está pasando? Tengo que irme ahora. Me inclino para recuperar la grabadora -¿Quiere que le enseñe los alrededores? –Pregunta
-Estoy seguro de que está demasiado ocupado Sr Jung. Y tengo
que hacer un largo viaje en auto
-¿Está conduciendo de vuelta a la universidad? –Suena
sorprendido, preocupado incluso. Mira por la ventana, ha comenzado a llover-
Bueno, es mejor que conduzca con cuidado –Su tono en autoritario -¿Ha
conseguido todo lo que necesita?
-Sí señor – Respondo guardando las cosas en mi bolso
–Gracias por la entrevista Sr Jung
-El placer ha sido todo mío –dice, educado como siempre
Cuando me levanto, el se levanta y me tiende la mano
-Hasta que nos encontremos de nuevo, joven Kim –Suena como
un desafío. Frunzo el ceño, ¿cuándo vamos a encontrarnos otra vez? Sacudo su
mano asombrado, la extraña energía sigue aquí
-Sr Jung –Asiento hacia él, me abre la puerta
-Solo me estoy asegurando de que llegue a la puerta joven
Kim –Me brinda una pequeña sonrisa, obviamente esta refiriéndose a mi poco
elegante entrada. Me sonrojo
-Eso es muy considerado Sr Jung –Digo bruscamente y su sonrisa
se ensancha. Frunzo el ceño caminando hacia el vestíbulo. Me sorprendo cuando
me sigue afuera, las secretarias nos miran igual de sorprendidas
-¿Tiene un abrigo? –Pregunta Jung
-Si –La secretaria se levanta y recupera mi chaqueta, la
cual es arrebatada por Jung antes de que pueda entregármela. La sostiene y,
sintiéndome ridículamente tímido, me encojo dentro de ella. Jung sitúa sus
manos por un momento en mis hombros. Jadeo ante el contacto. Se dio cuenta pero
no dijo nada, solo presionó el botón del ascensor. Las puertas se abren y me
apresuro a entrar desesperado por escapar. Cuando me vuelvo para mirarlo, está
inclinado contra la puerta. Realmente es muy, muy atractivo. Es una
distracción. Sus ardientes ojos chocolates me miran
-JaeJoong –Dice como despedida
-Yunho –respondo. Y gracias a Dios, las puertas se cierran
waaaaaaa su primer encuentro todo misterioso *¬*
ResponderEliminarme encantaa!! muero x ke se vuelvan a ver y es ovio ke ayunho le intereso mas de lo ke deberia adada
gracias x el capo :3 esperare con ansias el sig capo ♥
oooooooooooooooooooooooooo ya deseaba que adaptaran esta novela a un YUNJAE ^^ soy feliz........
ResponderEliminarEstá bueno, interesante, rapido se están dando a conocer el YJ
ResponderEliminarme gusta, espero por el siguiente capo *-*
como aun no e leido el libro estoy super enganchada yo querer saber mas porfa no tardes tanto en la actu
ResponderEliminarla verdad sabia de este libro, pero terminaré de ver como es esta adaptación y leeré despues el libro, ya que me habian hablado muy bien del libro.
ResponderEliminargracias por el capitulo me gustó mucho el primer encuentro *0*
Me encantooo!!, me gusta la tension que hay entre los dos, es un buen comienzo ajaja
ResponderEliminarEspero que no se demoren mucho las actu!! ;) buen trabajo!
wuaaaaaaaaaaaaaaasjkajskjadkskhdsjhfcjdsgsfkjdkshgjhsdkg....!!! moriiii..!!! les quedo genial gracias por hacer esta adaptacion,lei el libro y me encanto (pero aun no lo termino xDDD) ,pero esto me gustara mas *o* .Espero el segundo encuentro de yunho y jae asdadasdasd...estare al pendiente de el blog ;) <33333333 excelente trabajo ...*w*
ResponderEliminarwooooooo me encanto mucho y mas cuando jaejoong se sentía cohibido por yunho esa tencion era muy erotica para yunho pero haber ke pasa en el siguiente capitulo
ResponderEliminarestaré ansiosa esperándolo.....
saludos :)
Me gusta, pero, ¿no crees que está demasiaaaaaaaado textual? Hay veces en que confundes a Junsu o a Jaejoong refiriéndose a ellos mismos como "ellas", te recomiendo fijarte en eso y las faltas de ortografía o dedazos que hay por ahí :)
ResponderEliminarAhahahaha!!! mil gracias por hacer la adaptación, esta increíble.
ResponderEliminarFighting!
Es increíble! Muy apasionada! He leído un fic algo parecido*al menos el inicio* Esa tensión sexual que hay entre ellos! Ahora entiendo por que este libró ha sido llevado al cine...
ResponderEliminarDefinitivamente vale la pena....
Gracias por tu esfuerzo lo disfrutare bastante!
Leo la ultima parte del capitulo y mentalmente he gritado ¡Kyaaaaah!!!. Nunca quise leer este libro, pero ahora que lo encuentro en Yunjae lo haré. Muchas gracias por darte el trabajo de adaptarlo y de compartir =)
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