50 Sombras de Jung [Cap 7]

Capítulo 7

 

La primera cosa que noto es el olor; cuero, madera y encerado con un cierto aroma cítrico. Es muy agradable, la iluminación es suave y sutil. De hecho no puedo ver la fuente de iluminación, pero esta alrededor de la esquina de la sala. Emitiendo una brillante iluminación de tipo ambiental. Las paredes y el techo son de un profundo y oscuro color vino tinto. El piso es de madera antigua barnizada. Hay una gran X de caoba con esposas en cada punta en frente de la puerta. Por encima, hay una reja de hierro que cuelga del techo de la que cuelgan todo tipo de cuerdas, grilletes y cadenas. A cada lado de la puerta se sitúan dos largos mástiles pulidos y tallados como cabezales de una baranda, cuelgan como cortinas a través de las paredes. En ellos se encuentran un gran surtido de paleta, látigos, fustas e implementos plumosos de aspecto gracioso.

Al lado de la puerta hay un baúl de tamaño considerable que tiene pequeños cajones. Me pregunto brevemente, cuál será el contenido de los cajones. ¿Quiero sabes? En el rincón más alejado hay una banqueta de cuero acolchada de color granate y justo al lado está fijado a la pares un estante de madera en la que se sostienen bastones de diferentes longitudes y anchos. En la esquina opuesta hay una mesa con dos taburetes a juego.

Pero lo que domina en la habitación es la cama. Es la cama más grande que he visto en mi vida, elaboradamente tallada con cuatro postes. Parece de finales del siglo XIX. Bajo el dosel puedo ver más cadenas y relucientes manguitos. No hay ropa de cama… solo un colchón cubierto de cuero y rojos cojines de satén apilados en un extremo.

A los pies de la cama, hay un sofá tapizado en granate. Miro hacia el techo y descubro mosquetones recubriéndolo en intervalos impares, me pregunto para qué son.

Me volteo. Yunho está contemplándome atentamente como sabía que estaría haciéndolo, su expresión es totalmente ilegible. Me adentro aún más en la habitación y el me sigue. La cosa con plumas me ha intrigado, la toco vacilante. Es gamuza, como un pequeño gato de nueve colas, pero más espesas. En los extremos tiene cuentas de plástico pequeñas.

-Se llama flogger –La voz de Yunho es suave y deliciosa

Estoy conmocionado. Puedo observar y asimilar, pero no puedo expresar mis sentimientos, ¿Cuál es la respuesta adecuada al encontrar en un amante potencial a un completo sádico o masoquista? Miedo… Sí, eso debería sentir, pero extrañamente, no temo de Yunho. No creo que me lastime, bueno, no sin mi consentimiento. Un montón de preguntas rondan mi mente, me acerco a la cama y recorro con mi mano uno de los postes.

-Di algo –Ordena Yunho, su voz es engañosamente suave

-¿Le haces esto a la gente o ellos te lo hacen a ti?

Su boca se levanta en una sonrisa torcida, con diversión o quizás alivio

-¿Gente? –Parpadea un par de veces como si considerara su respuesta –Le hago esto a la gente que me desea

No entiendo

-Si tienes más gente que estaría dispuesta a hacer esto. ¿Por qué estoy aquí?

-Porque quiero hacer esto contigo, muchísimo

-Ah –Se me corta la respiración

Deambulo hasta la esquina más alejada de la habitación. Le gusta hacer daño a las personas. El pensamiento me deprime

-¿Eres un sádico?

-Soy un dominante

-¿Qué significa eso? –Susurro

-Significa que quiero que voluntariamente te entregues a mí, en todas las cosas

Frunzo el ceño mientras intento asimilar la idea.

-¿Por qué lo haría?

-Para complacerme –Susurra mientras ladea la cabeza, veo un fantasma de sonrisa

¡Complacerlo! ¡Él quiere que yo, un simple hombre, lo complazca! Creo que mi boca se abre y en ese momento me doy cuenta que sí, que eso es exactamente lo que quiero.

-En términos muy simples, deseo que tú quieras complacerme –Dice en voz baja

-¿Y cómo lo hago? –Tengo la boca seca y deseo beber más vino. De acuerdo, entiendo la parte de complacerlo, pero ¿en dónde encaja este cuarto?

-Tengo reglas y quiero que las acates. Están hechas para mi placer y tu beneficio. Si sigues estas reglas hechas para mi satisfacción, te compensaré. Si no lo haces, te castigaré y así aprenderás –Susurra –Todo esto es parte de los incentivos. Tanto recompensa como castigo

-Así que obtendrás gozo por ejercer tu voluntad sobre mí

-Se trata de ganar tu confianza y respeto, obtendré un gran placer debido a tu sumisión. Mientras mayor sea tu sumisión, mayor será mi dicha. Es una ecuación simple, Jaejoong

-Bueno, ¿y que obtendré yo de esto?

-A mí –Dice con sencillez –No estarás regalando nada, Jaejoong, serás retribuido. Bajemos la escalera a donde pueda concentrarme mejor. Es una gran distracción tenerte aquí

Junsu había dicho que sería peligroso y tenía razón. Es peligroso porque sé que diré que sí. Y parte de mí no quiere, esa es la parte que quiere salir corriendo para no ver a Yunho nunca más.

-No voy a hacerte daño, Jaejoong –Sus ojos imploras y sé que dice la verdad. Tomo su mano y me conduce fuera de la habitación.

Al salir de la habitación giramos a la derecha y bajamos por un corredor. Pasamos varias puertas hasta que nos detuvimos en una, más allá de ella hay un dormitorio con una cama extra grande, todo es blanco… Todo.

-Está será tu habitación, puedes decorarla y tener todo lo que quieras aquí.

-¿Mi habitación? ¿Esperas que me mude?

-No a tiempo completo, por ejemplo desde viernes a domingo. Tenemos que hablar de todo eso si aceptas

-¿Dormiré aquí?

-Sí

-No contigo

-No. Ya te lo dije, no duermo con nadie, excepto esa vez contigo cuando estabas completamente borracho

-¿Dónde duermes tú?

-Mi habitación está abajo. Vamos a comer, Jaejoong –Toma mi mano y me guía hacia abajo

De vuelta a la sala me lleno de profunda inquietud. Estoy en el borde de un precipicio y tengo que decidir si salto o no.

-Estoy plenamente consiente de que es una decisión difícil, pero puedes preguntarme lo que quieras. Hay un documento que debes firmas en el que se estipula lo que haremos y lo que no, tus límites y los míos, esto es consensual, Jaejoong.

-¿Y si no quiero hacer esto?

-No habría problema

-Pero ¿no tendríamos ningún tipo de relación?

-Este es el único tipo de relación en el que estoy interesado

-¿Cómo te volviste de esta forma?

-¿Por qué todas las personas son como son?  Es algo difícil de responder, ¿Por qué algunas personas aman el queso y otras no? –Toma algunos platos grandes de comida y los pone frente a mí.

-¿Cuáles son las reglas que tengo que seguir?

-Las tengo bajo escrito. Las revisaremos una vez que hayamos comido

-No estoy realmente hambriento

-Comerás –Dice simplemente. Yunho el dominante, todo se vuelve claro ahora -¿Te gustaría otra copa de vino?

-Sí

Vierte vino en mi copa y viene a sentarse a mi lado. Tomo un sorbo apresurado

-Sírvete, Jaejoong

-Llevas largo rato siendo así

-Sí

-¿Es fácil encontrar personas que quieran hacer esto?

-Te sorprenderías –Dice con sequedad

-Entonces, ¿Por qué yo?

-Jaejoong, ya te lo he dicho. Hay algo en ti, simplemente no puedo alejarme –Sonríe irónicamente –Soy como la polilla a la llama –Su voz se hace grabe –Te deseo y más ahora que estas chupando y mordiendo tu labio otra vez

Siento un pinchazo en el bajo vientre, Yunho me desea… de una extraña manera, pero este hermoso, extraño y pervertido hombre me desea.

-Pienso que tienes ese cliché al revés –Me quejo. Yo soy la polilla y Yunho la llama  y sé que me voy a quemar

-¡Come!

-No, no he firmado nada todavía, así que puedo hacer lo que quiera

Sus ojos se suavizan y sus labios cambian a una sonrisa

-Como desee, Joven Kim

-¿Cuántas personas?

-Quince

-¿Por largos periodos de tiempo?

-Algunos sí

-¿Has herido a alguien?

-Sí –Mierda

-¿Gravemente?

-No

-¿Vas a herirme?

-¿Qué quieres decir?

-Físicamente, ¿vas a herirme?

-Te castigare cuando sea necesario y será doloroso

Creo que me siento un poco débil. Tomo otro sorbo de vino. Alcohol, eso me hará más valiente

-¿Alguna vez has sido golpeado Yunho?

-Sí

Oh… eso me sorprende. Antes de que pueda preguntarle más me interrumpe

-Hablemos en mi estudio, quiero mostrarte algo

Los sigo dentro de su estudio, una espaciosa habitación con una ventana del piso al techo que se abre para dar paso a un balcón. Se sienta en el escritorio, indicándome con un movimiento que me siente en un sillón de cuero frente a él y me entrega una hoja de papel.

-Estas son las reglas. Pueden estar sujetas a cambios. Forman parte del contrato, que también puedes tener. Lee las reglas y las discutiremos

 

 

Reglas

-El Sumiso(a) obedecerá todas las instrucciones dadas por el Dominante de inmediato, sin vacilación. El Sumiso(a) estará de acuerdo con cualquier actividad Sexual considerada adecuada por el Dominante, con excepción de aquellas que se detallan en los límites de dureza.

-El Sumiso(a) deberá dormir mínimo siete horas cuando no este con el Dominante y deberá preocuparse de su salud y alimentación.

-El Sumiso(a) vestirá solo lo aprobado por el Dominante. El Dominante proporcionara un presupuesto para la compra de ropa y acompañara a él Sumiso(a) a la compra de esta.

-El Dominante proporcionara un entrenador personal para mantener el estado físico del Sumiso(a)

-El Sumiso(a) se mantendrá limpio y afeitado/depilada en todo momento. El Sumiso(a) deberá asistir al salón de Belleza que el Dominante estime conveniente

-El Sumiso(a) no mantendrá relaciones sexuales con alguien que no sea el Dominante. El Sumiso(a) se comportara respetuoso y dócil en todo momento

El incumplimiento de cualquier regla será castigado inmediatamente, la naturaleza del castigo será determinada por el Dominante

 

Santa Mierda

-¿Límites de dureza? –pregunto

-Sí, lo que tú no harás ni yo haré, tenemos que especificarlo en nuestro contrato

-No estoy seguro sobre aceptar el dinero para ropa

-Quiero despilfarrar dinero sobre ti, deja que te compre unas cuantas prendas. Quizás necesite que me acompañes a algún lugar y necesito que estés  bien vestido. Estoy seguro que tu trabajo no cubrirá el tipo de ropa que me gustaría que uses, Jaejoong

-¿Tendré que usarla cuando no este contigo?

-No

-De acuerdo- Piensa que es como un uniforme

-No quiero ejercicios cuatro veces a la semana

-Jaejoong, te necesito flexible, fuerte y con resistencia. Créeme, necesitas ejercicio

-Haré tres

-Quiero que hagas cuatro

-Pensaba que esto era una negociación

-De acuerdo, Joven Kim, otro punto buen hecho

-Tres días, tres horas de ejercicio. Tengo la impresión que me vas a mantener ejercitado cuando esté aquí

-Sí, lo hare –Sonríe con malicia y sus ojos brillan aliviados –Hablemos de los límites. Estos son los míos –Me da otra hoja de papel

 

 

Límites de dureza

 

-No actos que involucren prender fuego

-No actos que involucren micción, defecación y derivados

-No actos que involucren agujas, cuchillos o sangre

-No actos que involucren niños o animales

-No actos que puedan dejar marcas permanentes en la piel           

 

 

-¿Hay algo que no quieras hacer? –Pregunta amablemente

-No lo sé

-¿Qué quieres decir con que no lo sabes?

-Nunca he hecho algo como esto

-Bueno, cuando has tenido sexo, ¿Hubo algo que no te gustara hacer?

Por primera vez en lo que parecían ser años, me sonrojo.

-Puedes decirme Jaejoong. Debemos ser honestos con el otro o esto no va a funcionar

Me remuevo incómodo y miro mis dedos entrelazados

-Dime –Ordena

-Bueno… nunca antes he tenido sexo, así que no se –Mi voz se reduce. Lo miro y él está mirándome con la boca abierta, congelado y pálido

-¿Nunca? –Susurra. Niego con la cabeza -¿No has estado ni con un hombre ni con una mujer? –Respira y vuelvo a negar con la cabeza.

 Yunho cierra los ojos y cuando los abre nuevamente está enojado, muy enojado.

-¿Por qué mierda no me lo dijiste? –Gruñe